La cirugía de la nariz se realiza bajo anestesia general, en la mayoría de procedimientos realizados en nuestra Clínica. Aún más, manipular la nariz conlleva una alteración de la vía respiratoria al ser la nariz parte de ésta. Nuestra premisa es tener siempre la máxima seguridad y para ello es fundamental tener la vía respiratoria controlada mediante la intubación orotraqueal que se emplea en la anestesia general.

Anestesia general intravenosa pura, sin gases y con suministro monitorizado

Es fundamental la prevención y control de complicaciones intraoperarias, por lo que la seguridad es un elemento de prioridad en nuestras cirugías y no ahorramos en ello.

Para la anestesia general, nos decantamos hacía la anestesia intravenosa pura (TIVA), que se administra a través de bombas de perfusión que sirven para controlar la cantidad exacta de anestésicos que suministramos. Reducir la cantidad de anestésico al mínimo también ayuda a reducir sus efectos secundarios. Usamos anestesia intravenosa pura, sin gases. Todo esto permite una mejor estabilidad hemodinámica, también unos despertares más plácidos que los de los clásicos gases anestésicos.

Utilizamos un sistema de monitorización BIS (índice biespectral) para controlar en todo momento el suministro de anestesia y la reacción del cuerpo receptor.

En inmensa mayoría de los casos se manipula el tabique o septo para dar mayor soporte a alguna de las subunidades nasales, lo que se conoce como rinoplastia estructural. Esta manipulación del tabique siempre conlleva el riesgo de cierto sangrado intra o postoperatorio por lo que el control de la vía respiratoria es más que fundamental.

Por todo lo anterior, por raro que parezca, la anestesia general es infinitamente más segura que la anestesia local y sedación. Para finalizar destacar que cada caso, según la complejidad de cada cirugía, requiere de unas medidas diferentes y completamente individualizadas.